Siguiendo con el ciclo de
relatos cortos comenzado con la primera visita de Francisco de los Cobos a su
nuevo palacio, aquí os dejo el segundo. En este, tras unos datos en los que os
daré a conocer cómo es realmente el edificio, os contaré lo que siente Rocío en
su primera visita a Santa María.
http://ubeda.com/Santa_Maria/index.htm
http://www.santamariadeubeda.es/sm-conoc.htm
http://ubedaybaezaturismo.com/place/colegiata-de-santa-maria-de-los-reales-alcazares/
En los enlaces anteriores, y a
modo de información, podréis encontrar más datos sobre este templo. No
obstante, utilizando los datos obtenidos de la wikipedia, os dejo un pequeño
resumen de esta iglesia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Bas%C3%ADlica_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_los_Reales_Alc%C3%A1zares
Basílica y Real Colegiata de Santa María la Mayor de los Reales Alcázares de Úbeda, declarada Monumento Nacional y parte de conjunto Patrimonio de la Humanidad, es la iglesia principal de la ciudad de Úbeda, Jaén y tercera de la diócesis jiennense. Se encuentra en la Plaza Vázquez de Molina, frente al Palacio de las Cadenas, formando parte del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.
Historia
La iglesia se asienta sobre un
suelo arqueológico de la Edad de Bronce, lugar sagrado desde tiempos
inmemoriales, siendo finalmente edificada sobre los restos de la mezquita
mayor, tras la conquista de la ciudad en 1233 por Fernando III, el Santo. El 29
de septiembre de 1233 el rey San Fernando III con su corte entró a la mezquita
mayor de la ciudad por la puerta principal de la misma, para celebrar la
victoria de la reconquista de la ciudad y consagrar la mezquita en iglesia
católica, bajo la advocación de Iglesia
Mayor Parroquial de los Reales Alcázares y de Nuestra Señora de la Asunción.
Desde 1259 fue titulada Iglesia
Mayor Colegial y desde 1852 ostenta el título de Iglesia Mayor Parroquial, al
perder la condición de Colegiata. Fue la tercera iglesia declarada como
basílica menor en la diócesis de Jaén, en el año 2014.
En dicha iglesia, la base
gótica florida de su construcción se levanta sobre restos arqueológicos
neolíticos, íberos, romanos, godos y se enriquece con elementos musulmanes,
románicos, góticos, renacentistas, barrocos, neoclásicos, etc., hasta
constituir un conjunto que el historiador Juan Pasquau calificara de
«…inigualable democracia artística, en la que todos los estilos pugnan por
sobresalir y ninguno lo consigue en exclusiva». Lo más interesante son sus
fachadas, el bellísimo claustro, las capillas del interior y la rica rejería
del interior.
Fue gravemente dañada en la
Guerra Civil Española, aunque la iglesia no perdió su imagen original hasta la
casi destrucción del templo en 1986, a manos de la contraproducente obra de
Isicio Ruiz Albusac. Y desde entonces permaneció cerrada por obras de
restauración hasta marzo de 2011 en que finalmente se pone simbólicamente un
punto de cierre a la restauración y se entrega el templo a los ciudadanos. En
2012 el obispado decide cobrar por visitar este templo, la ciudad de Úbeda se
rebela, y se comienza una recogida de firmas para evitar esto, además de grupos
de apoyo en las redes sociales, ya que gran parte de la ciudad considera que
tras invertir más de 6 millones euros de dinero público, la iglesia debería de
estar abierta a todos los ciudadanos. En octubre de 2014 el obispo de la
diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo López anunció la declaración de la iglesia
como basílica menor.
Restauración
El templo fue cerrado en 1983
para proceder a su restauración, puesto que la inclinación de sus pilares
amenazaba ruina inminente. Tras 28 años de obras, por diversas corrientes
restauradoras el templo ha visto modificada su fisonomía original y ha perdido
buena cantidad de bienes muebles en su interior que han pasado a otros templos
y a varios repositorios museísticos.
El primer arquitecto que llevó
la obra fue Isicio Ruiz Albusac, quien procedió al desmontaje de las bóvedas
barrocas de yeso, por pensar que eran las causantes de la ruina. Esta
intervención fue contraproducente e hizo que el templo acabara por
desestabilizarse.
Será Enrique Venegas quien tome
las riendas de la restauración, haciendo un profundo estudio del edificio,
consolidando sus cimientos inestables (verdadero causante de la ruina), así
como sus pilares y arcos. Para cubrir el templo se instaló una techumbre de
madera, restituyendo la que el templo tenía originalmente entre los siglos
XIII-XVIII. Igualmente se ha eliminado el yeso dejando la piedra original de
las paredes y las capillas laterales se ha solado con mármol y suelos
cerámicos, distintos de la estética original. Recientemente se han limpiado las
portadas. En marzo de 2011 se ha entregado la quinta fase, con el enlosado del
templo con mármol (en sustitución de las primitivas losas de piedra), y la
restauración de la Capilla de Jesús Nazareno, así como parte del claustro y la
sacristía.
Descripción
Este edificio mezcla diferentes estilos (gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neogótico) fruto de una construcción que se extiende desde el siglo XIII al XIX.
Descripción
Este edificio mezcla diferentes estilos (gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neogótico) fruto de una construcción que se extiende desde el siglo XIII al XIX.
Al estar intramuros del Alcázar, estaba sin comunicación con la ciudad hasta principios del siglo XVI, salvo un pequeño postigo que aún se conserva en el claustro y por el que según la tradición hizo su entrada en la mezquita el rey Fernando III el Santo para consagrarla al culto cristiano.
Hacia 1510 se inicia la construcción de una portada que la abra al "llano", en tiempos del obispo de Jaén don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, destruyendo para ello un trozo de muralla entre dos torreones; portada de corte renacentista acabada en 1645 según trazas de Pedro de Vera, salvo el friso y el relieve de la Adoración de los Pastores que se debe a Luis de Zayas.
Por 1833, el Cabildo de la Iglesia Mayor Colegial de Santa María pide licencia al Ayuntamiento para derribar la muralla acastillada del Arroyo de Santa María para utilizar sus piedras.
El torreón desmochado que se observa en el extremo, es lo que queda del antiguo alminar islámico, que fue demolido al final del siglo XIX por amenazar ruina.
El exterior del templo sigue una línea arquitectónica uniforme, aunque se trata de una obra ecléctica y singular. La fachada y portadas, que datan de la primera mitad del siglo XVII, constituyen de hecho la única parte del edificio que responde a un plan previo y organizado. En la fachada el motivo central es la Adoración de los Pastores. La portada está enmarcada por dos espadañas, construidas en el siglo XIX, tras la demolición de la maltrecha torre de la antigua mezquita aljama, dañada de muerte desde el terremoto de Lisboa de 1755.
El claustro es una obra gótica de finales del siglo XV y ocupa el lugar donde estuvo el patio de la mezquita. Bajo una serie de bóvedas de crucería, en el interior se conservan 16 capillas, lugar de enterramiento de obispos y de las familias nobiliarias de la ciudad.
Cabe destacar la puerta de la Consolada, en la fachada este del templo, la cual tiene un gran valor sentimental para la mayoría de los ubetenses, ya que en ella se produce la más bella estampa de la Semana Santa de Úbeda, la salida de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la mañana del Viernes Santo.
Conociendo ya lo fundamental de esta impresionante construcción, comienzo ya con el relato de la primera visita de Rocío a la Basílica y Real Colegiata de Santa María la Mayor de los Reales Alcázares de Úbeda:
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