13.- MÁS DE MEDIO AÑO YA...

Esta rara tarde de domingo, en la que el sol apenas ha hecho acto de presencia, he estado echando la vista atrás. 

Ya ha transcurrido algo más de medio año desde que publicara mi primera novela. El tiempo, queramos o no, se nos escapa demasiado deprisa. De esta nueva etapa que comencé con tanta ilusión, me llevo la satisfacción de haber hecho feliz a más de un lector. 

De momento sigue siendo una afición y un segundo oficio, pues no podría dejarlo todo por el amor a las letras. Aquellos tiempos pasaron ya. No obstante, sí que quiero resaltar algo de este tiempo: "La soledad".

La soledad, ese sentimiento del que tanto se ha escrito y que jamás queremos tener a nuestro lado. Y es que, nos guste o no, a los autores autopublicados es lo que nos queda. Nos enfrentamos solos a un mundo en el que lo que impera es hacer dinero. Es una senda de lobos por la que nosotros, corderos indefensos, debemos transitar. 

Sí, por suerte encontré una editorial que se preocupo al principio de mí, me trató como a una persona y no como a un producto... pero el paso del tiempo ha hecho que me sienta solo. 

Tranquilos, no es derrotismo. Aún me queda mucho por hacer y aún más por escribir. Simplemente, me apetecía hoy dar una visión de lo que en estos momentos siento.

Estoy orgulloso de lo que he conseguido hasta ahora, pero lo he conseguido yo. He buscado mis presentaciones, he vendido libros... Sé que ya conocía como era esta forma de publicación, pero a veces uno anda de capa caída y siente que no le interesa a nadie lo que escribe.

A pesar de todo lo que tengo en contra, sigo escribiendo. Espero, con un poco de suerte, tener pronto preparada la segunda parte de mi trilogía. Supongo que cuando esté preparada, ya sopesaré ofertas y posibilidades, decantándome por lo mejor para mí. Sí, suena egoísta, pero la realidad es esa. Si uno no mira por sí mismo, nadie lo hará.

Y sin dudarlo, de esta etapa me llevo la cantidad de gente relacionada con el mundo de las letras a la que estoy conociendo. Gente estupenda, dispuesta siempre a echar una mano. 

Tranquilos, aún me quedan líneas en el tintero para rato. De momento, concluir la segunda parte y, por qué no, comenzar a dar forma al broche final de esta trilogía (que no de mis andanzas por estos mundos literarios).